Historia de la Orden Martinista: la vida iniciática desde la antigüedad

El viejo Egipto

La vida iniciática de la Humanidad empezó en la más remota antigüedad. La primera cultura en la que se desarrollaron estructuras de carácter iniciático fue Egipto y es su religión en donde podemos encontrar muchos aspectos que luego fueron tomados para la construcción de nuevas religiones en el futuro y conocimientos que vinieron a ser la base conceptual de escuelas de Iniciación a la vida espiritual la cual fue dada a personas de desarrollo intelectual y social.

Por siglos casi la generalidad de los faraones, nobles y altos jerarcas militares de la sociedad egipcia fueron iniciados en los misterios de la vida y de la muerte. Durante más de 3.500 años este ejercicio marcó la vida cotidiana y lo que se consideraba sagrado en el viejo Egipto.

La civilización egipcia acuñó grandes ideas sobre el viaje del espíritu del difunto por el inframundo, lugar en el que reina Osiris y escenario de uno de los más famosos temas del viejo Egipto: el juicio de los muertos. En él, el difunto se enfrenta a su propia consciencia.

En términos generales, el Libro de los Muertos fue un manual de conjuros y de fórmulas con las que el viajero fallecido podía enfrentar el riguroso examen que la corte de Osiris debía hacerle antes de darle paso al paraíso, el jardín de los juncos donde podría vivir eternamente en plena felicidad.

Sobre el politeísmo egipcio

Al estudiar la religión egipcia es necesario entender que los egipcios proyectaron una multitud de dioses que al final tenían una menor jerarquía que Atón (Atúm) que se hace equivaler en muchos apartes a Amón Ra, el disco solar, del cual emanaron muchos de ellos. En el inicio de los tiempos solamente existía la oscuridad y las eternas aguas. No había nada más. Pero de lo absoluto (Atúm) surgió una primera montaña y de ella, la creación. Las pirámides son la representación sagrada de esa primera formación. Atúm, que existía por sí mismo, emanó de sí al resto de los dioses y todo el universo. Así las cosas, tenemos que en realidad, el politeísmo egipcio podría reducirse a un monoteísmo si vemos que todos surgen de un solo dios increado.

Es similar a la creencia de las jerarquías divinas del cristianismo que realmente fueron copiadas de la religión judía y hay serias sospechas de que éstas fueron inspiradas en el panteón egipcio, luego de la presencia de los proto judíos en Egipto, los hicsos, que en dos dinatías copiaron muchos de los conceptos religiosos de la antigua religión egipcia. Estos semitas, los hicsos, fueron quienes formaron el pueblo judío posterior.

Y del mundo egipcio surge el pensamiento iniciático griego y romano.

El mundo iniciático de la antigua Grecia

El mundo iniciático pasó a Grecia con personajes como Platón, Pitágoras, Plotino y otros. Todos ellos fueron influidos por la cultura egipcia pues la mayor parte de los más grandes filósofos griegos fueron iniciados en los misterios egipcios y educados en los templos de ese país africano durante siglos. La antigua Grecia era algo nuevo para los antiguos egipcios que llevaban más de 2500 años puliendo sus conocimientos y su religión que más parecía una forma de vida que una organización dogmática. Los egipcios del pueblo vivían para el día en que tuvieran que dar cuentas al dios Osiris y pasar por su reino del inframundo.

En Grecia el desarrollo del pensamiento iniciático se dio con la fundación de las escuelas como los Misterios de Eleusis, los Misterios de Baco, el óraculo de Delfos, la escuela pitagórica, los maniqueístas, los neoplatónicos de Plotino y otros más. Todas estas escuelas eran iniciáticas, quiere decir, que tenían ceremonias especiales de Iniciación de ingreso a las escuelas. Sin ello, no era recibidos bajo ninguna circunstancia. Durante varios siglos estas escuelas formaron a miles de griegos de las diferentes ciudades.

Roma y su vida iniciática

Cuando llegó el Imperio Romano, el pensamiento egipcio y griego aún estaba en boga por lo que con toda naturalidad pasó a formar parte de la cultura romana en forma de otros cultos como el de Isis, el de Mitra, el Culto de Júpiter, de Minerva, del Sol Invícto y muchos otros.

En términos generales, las religiones romanas surgieron de los dioses griegos y en algunos casos, de las religiones de otras regiones de sus dominios, como del antiguo Imperio Egipcio.

También, dentro del mundo romano se dio una contra cultura de corte iniciático conocida como la cultura gnóstica que si bien fue inspirada en el pensamiento esenio y de otras agrupaciones, hizo parte de la cultura de la ciudad de Alejandría que era la metropoli cultural del año 100 a. de C. al año 350 de nuestra era. El gnosticismo es de mucha revelancia en la formación de culturas que luego en la modernidad siguen considerando sus ideas como reales. Nos referimos a la Masonería, al catarismo, al templarismo, al rosacrucismo alemán y francés, al mismo Martinismo y a la moderna iglesia gnóstica.

Es dentro del imperio romano cuando surge el cristianismo y desde esa nueva realidad social por lo que estas formas de pensamiento son perseguidas con la idea de erradicarlas pues la nueva iglesia católica pretendió imponer sus dogmas religiosos a sangre y fuego sobre cualquier religión y filosofía. Muchos gnósticos y filósofos de vertientes parecidas fueron asesinados por profesar ideas distintas a las implantadas en el territorio del Imperio Romano por la Iglesia Católica, que fue su religión oficial desde el Concilio de Nicea en el año 325.

La Edad Media y el oscurantismo

En el esplendor del poder de la Iglesia Católica rigió la más plena oscuridad en la libertad de ideas, de expresión y de cultos. Sin embargo, en el interior de la misma iglesia hubo órdenes, como la de los monjes benedictinos, que no profesaban mucho afecto a la Roma de los papas y conservaron, guardaron y tradujeron obras de gran valor, como los escritos platónicos y otros de gran antigüedad en los cuales se salvó el pensamiento iniciático de este importante filósofo y de otros persoajes. Le debemos a estos monjes mucho pues el pensamiento platónico en su libro La República es fundamental para la construcción de las ideas de democracia en el Renacimiento.

En este tiempo, la única manera de evadir la persecusión de la Iglesia fue inventar la alquimia, una pseudo ciencia muy popular en este tiempo en la cual se decía que se podía encontrar una piedra llamada filosofal con la que todos los metales se volverían de oro.

La realidad es que bajo esa cortina de humo se escondieron los conocimientos de la vida iniciática y muchos de los grandes sabios lograron publicar sus libros sin que la Iglesia se opusiera. Muchas de estas obras se salvaron y son conservadas aún hoy en día en diversos museos. A través de ellas se propagaba de forma velada tales ideas.

El Renacimiento

Surgido en la ciudad italiana de Florencia durante los siglos XIV y XV, fue un movimiento en el que se dio un desarrollo artístico, social, cultural, político y filosófico en el que Europa despierta de la rigidez de la órbita católica. Se pasó de un teocentrismo fanático a un antropocentrismo que permitió un desarrollo muy poderoso en todos lo ámbitos que la Iglesia Católica no pudo controlar en razón a la resistencia de algunos reyes y soberanos en regiones que salieron del rígido yugo papal.

La nueva forma de afrontar el problema existencial del individuo será el escenario racionalista y personal dentro del que no caben ya los dogmas religiosos. El humanismo se impone y ubica al ser humano en el centro de todo y su relación con el cosmos.

Sin embargo, se recupera el pensamiento iniciático de Platón y de Plotino (neoplatónico) que son ideas espiritualistas y que aún tienen rasgos del viejo Egipto y del antiguo gnosticismo y así regresan a la modernidad  que combinadas con el hermetismo y el cristianismo esotérico forman la base del conocimiento iniciático moderno. También, a todo ello se suma el pensamiento y costumbres judeo cristianas y otras formas místicas como la Kabbalah. Es en este tiempo que Egipto se pone de moda de nuevo muy a pesar de que no era posible leer la escritura jeroglífica, lo cual fue posible hacia la segunda y tercera década el siglo XIX, sin embargo, hubo una enorme inquietud espiritual luego de que muchos pensadores se sacudieran el catolicismo.

No sólo se dio la Protesta (Luthero y Calvino), sino que surgieron una gran variedad de místicos que vinieron a dar nuevas luces sobre una nueva teología mística y diferente a la que ofrecía la Iglesia Católica.

El mundo moderno y el Martinismo

Es en esa convusionada Europa en la que se veía venir la revolución democrática liberal que surgió el mundo masónico, rosa+cruz y martinista. Los primeros rosa+cruces se reuniron a comienzos del siglo XVII y enunciaron algunos textos que se fundamentaron en el esoterismo cristiano y hermético. También, el fin de los masones medievales dio paso a una moderna Masonería en ese mismo tiempo y ya para 1717 se reorganizó y se fundó como una Gran Logia que rápidamente se extendió por toda Europa insular y continental. Durante el siglo XVIII surgieron numerosos ritos y de estas comunidades surgieron tres grandes pensadores que vinieron a enriquecer la escena masónica francesa.

Ellos fueron Joaquín de La Tour Martínez de Pasqually, Louis Claude de Saint-Martin y Jean Baptiste Willemoz. Cada uno de ellos fundó una nueva corriente masónica y espiritualista cimentadas en filosofías masónicas con elementos judeo cristianos.

Estas filosofías son fruto de esa apertura del pensamiento iniciático moderno. Martínez funda la Orden de los Caballeros Elegidos Elus Cohen del Universo que no le sobrevive a su muerte, ocurrida en el año 1779. Hay organizaciones que reivindican su herencia iniciática y filosófica.

De igual modo, Willermoz crea el Rito Escocés Rectificado, una Masonería de caballería trinitaria mística y cristiana que sigue plenamente vigente hoy en día.

El Martinismo y sus inicios

Louis Claude de Saint-Martin, heredero de las diversas líneas de pensamiento iniciático de la antigüedad, como lo es el hermético, judeo cristiano y masónico, funda una forma de escuela que permitirá seguir su línea iniciática hasta el día de hoy. Su pensamiento, profusamente explicado en sus obras literarias, es vigente en el sentido de que crea un hermoso sistema filosófico cuya ritualística fue inicialmente muy sencilla, pero no por ello menos espiritual y trascendentalista.

Hubo dos grandes líneas de la escuela Martinista: el Martinismo Ruso que tiene una escuela muy importante conocida como la Orden Martinista Iniciática -OMI- y el Martinismo francés de la Orden Martinista Tradicional - OMT-. Una línea se formó con los discípulos directos de Saint-Martin y la otra fue fundada por el maestro masón de Menfis - Mizraim Gerard Encausse, Papus.

Nuestra Gran Logia de la Orden Martinista y Martinezista Iniciática tiene ambas escuelas y linajes.

El Martinismo en Colombia y dependencias

En el año 2015 los primeros Martinistas de la Orden martinista Iniciática se formaron en Colombia. El primero de todos ellos fue el M. M. Sâr Hori, S. I. I. y Caballero de Palestina, que a la sazón se convertiría en el primer Gran Maestro de la Orden posteriormente recibiendo nuevas líneas de herencia iniciática de Europa, y así, se empiezan a organizar las primeras logias en Colombia, Estados Unidos, México y Puerto Rico.

Nuestro martinismo es heredero del pensamiento iniciático egipcio-hermético, griego, romano, judeocristiano, gnóstico, humanista renacentista, alquímico, rosa+cruz, masónico y martinezista, además, por supuesto, de la herencia de saint-martiniana.

No hay intermediaros latinoamericanos en la llegada del Martinismo a Colombia y sus dependencias: somos los primeros Martinistas americanos discípulos de grandes maestros europeos, lo cual nos ubica en un contexto de filiaciones directas de las grandes fuentes de las Órdenes que componen la Gran Logia de Colombia de la Orden Martinista y Martinezista - OMMI.

Gran Logia de la Orden Martinista y Martinezista de Colombia
orden.martinista.iniciatica.omi@gmail.com
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